Es una iniciativa impulsada por personas que reivindicamos una vivienda donde sean tenidas en cuenta los individuos y sus circunstancias personales y sociales, vista la situación de la vivienda en las últimas décadas y que parece que se ha convertido en un negocio, olvidando en ocasiones que es un derecho universal.
Queremos crear en la ciudad de A Coruña una cooperativa de viviendas formada por las propias personas interesadas en ser habitantes, un grupo de gente heterogéneo, y con una serie de criterios imprescindibles:
– Que sean ACCESIBLES: para cualquier persona, en cualquier momento y circunstancia de su vida. Que tu hogar no sea nunca una limitación sino un punto de partida favorable en el que desarrollar el día a día. Hablamos de bebés y su carrito, hablamos de personas mayores, de movilidad reducida, pero sobre todo, hablamos de que somos seres cambiantes y son las viviendas las que tienen que adecuarse a nuestras circunstancias.
– Que sean SOSTENIBLES, económica y ambientalmente: a pesar de ser una palabra muy usada en los últimos tiempos, consideramos que éste debe ser un requisito básico en el sentido de que urge ser respetuosas con el medio ambiente y sus recursos, y esto supone buscar alternativas energéticas y de construcción. Nuestra casa última es este planeta, y toca tomarse en serio su cuidado.
– Que sean COMUNITARIAS: cada unidad de convivencia tendrá su vivienda con su intimidad, pero entre las personas interesadas se decidirá qué espacios quieren tener en común. Puede ser una lavandería, para de paso hacer un consumo más responsable; puede ser una sala de ocio; una cocina común; o incluso personal de apoyo si así se considera. Compartir recursos de este tipo es más económico y puede representar una mejora en la dignificación y revalorización de la sociedad de cuidados en su conjunto. Somos seres sociales y hay que cuidar las relaciones entre las personas, desde un nivel más individual, hasta otros más colectivos como la comunidad de vecinas, la calle, el barrio y la ciudad, tejiendo así redes interpersonales y sociales.
– Una cooperativa de viviendas que siga el modelo de CESIÓN DE USO. Este modelo, que empieza a usarse en España con iniciativas como Trabensol, La Borda, o Entrepatios, es muy común en otros países de Europa y de América Latina. Las viviendas son propiedad de la cooperativa, y tú, como habitante, pagas una cantidad inicial y una mensual que representa el derecho de uso de la vivienda. Si con el tiempo decides dejar de vivir ahí, esa cantidad inicial se devuelve, quedando así vacante una casa para otras personas.
Este modelo escapa de la especulación tan asociada a la construcción y el alquiler y venta de viviendas, y además, aporta la libertad de movimiento que da también el alquiler.
Nuestro ideal es poder contar con la participación y colaboración de la Administración para poder llevar a cabo esta iniciativa que responde a muchas necesidades y que puede suponer una experiencia replicable en otros lugares o momentos. Representa además el derecho de poder elegir donde vivimos, independientemente de las circunstancias que nos acompañan. Está siendo un proceso participativo y enriquecedor a todos los niveles.